La discriminación racial es uno más de los graves problemas que se vive en nuestras escuelas e institutos, y una vez más es la educación la única herramienta la que nos permitirá erradicar el mal.
Aunque la verdadera responsabilidad de la educación recae en los padres, es en las instituciones educativas, lugares de máxima importancia para la socialización de los jóvenes, donde debe afianzarse la adquisición de unos valores que favorezcan la convivencia en una sociedad con gran diversidad cultural.
Por supuesto que los padres no deben delegar toda la responsabilidad educativa en la escuela, sino coordinarse con ella fomentando un modelo de relaciones que traduzca las diferencias culturales en una riqueza de conocimientos, en lugar de permitir que den lugar a enfrentamientos y violencia. La educación pues, ha de ser intercultural, integradora de todos sus componentes, equitativa y solidaria. Sin una educación universal de calidad se dificulta el progreso social y económico. Sin una educación en igualdad, la democracia pierde valor. Y por último, sin una educación laica, no puede haber una ciudadanía libre y defensora de los derechos de todas y cada una de las personas que la conforman.
Gracias que vivimos en una zona multicultural que da la oportunidad a nuestros hijos de ver un poco más allá. Puede que entre todos lo consigamos pero la realidad es que es normal un choque y ahí es donde intervenimos nosotros para hacer ver que lo diferente, es eso, simplemente diferente. Me gusta .
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